3 marzo 2016
En la sociedad actual las personas vamos con el piloto automático, como dice Victor Küppers, vamos como «pollos sin cabeza», siempre corriendo, pensando en lo que tenemos que hacer después, en lo que no hicimos ayer, o en el que nos pasó la semana pasada. Nos perdemos el momento, no lo saboreamos, no le prestamos suficiente atención.
Y una CoachingAgenda podríamos decir que quiere ser «la cabeza del pollo». Te quiere ayudar a conectar contigo mismo para que des dirección a tu día a día, al presente. Si te paras a pensar, seguro que has experimentado esa sensación de que los días pasan y que quieres hacer cosas (las tienes por la cabeza rondando) pero tampoco te acabas de poner a ello porque se te olvida, no tienes tiempo, ya lo harás, ahora no te va bien …..
Y esas cosas que quieres hacer pueden ir desde jugar más tiempo con tus hijos, volverte más puntual, aprender a cocinar, o hacer un máster en marketing para progresar en tu trabajo. Las personas tenemos tendencia a querer mejorar, Abraham Maslow clarificó este aspecto en su pirámide sobre las necesidades humanas: cuando tenemos cubierto un nivel, normalmente aspiramos a querer cubrir otro nivel superior. Por lo tanto, la aspiración a progresar, los propósitos y los objetivos forman parte de nuestra naturaleza humana.
Entonces, tal vez lo que nos ayudaría es pensar unos minutos al día en nosotros mismos, en qué queremos hacer realmente. En forma de pequeños objetivos del día, de prioridades personales y de trabajo, de ocuparnos de nuestro bienestar, de motivarnos, de autoevaluarnos…. y todo esto es lo que te facilita una CoachingAgenda. A partir de aquí el trabajo es de cada uno, pasar a la acción es responsabilidad de uno mismo siempre, pero a mí me encanta una frase que dice «el primer paso no te lleva donde quieres ir, pero te saca de donde estás».
El potencial de las personas es infinito, y para sacarlo a veces sólo tienes que empezar a dudar de ti mismo. Muchas veces no hacemos determinadas cosas porque creemos que no somos capaces, que no está hecho para nosotros, o mil excusas que nos ponemos, pero empezar a dudar es genial. Es el primer paso para tumbar viejas creencias. Y para dudar necesitas nuevos conocimientos, nuevos recursos, nuevas ideas, porque es como si te abriera la mente. Por este motivo realizar actividades como un mapa de deseos a corto y largo plazo, elaborar planes de objetivos, pensar en tus talentos, reflexionar sobre si eres activo o proactivo ….. por ejemplo, te pueden hacer empezar a dudar. Y cuando dudas, piensas, y cuando piensas buscas respuestas que generalmente te llevan a otro escenario en el que deberás mejorar algún aspecto. Y estos pequeños cambios van conformando tu progreso hacia la vida que a ti te aporta un mayor grado de satisfacción.
Pues bien, aparte de dar dirección a tu día a día, una CoachingAgenda te quiere aportar recursos que te hagan «dudar». Por lo que me dicen, hay personas que aprovechan estos recursos extras que aportan nuestras agendas en situaciones muy diferentes: cuando van en autobús, se esperan en la consulta del médico, están a la cola de la ITV del coche, o en el sofá un domingo por la tarde. En cualquier caso, son momentos para reflexionar sobre ciertos aspectos, de una manera ordenada y concreta (no rondando por la cabeza de vez en cuando), y los tienes en la agenda para verlos siempre que quieras. No se te olvidarán y no se perderán.
Resumiendo, una CoachingAgenda es la «cabeza del pollo» porque es una herramienta que te facilita que conectes contigo y progreses, facilitándote que te organices el día a día sin perder de vista lo que realmente quieres, y facilitándote recursos diferentes para que reflexiones sobre tu vida y progreses en los aspectos que no te están aportando suficiente satisfacción.
Y tú, ¿cómo vas en tu día a día?
Mireia Seró
Creadora y Directora
CoachingAgenda
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Etiquetas: coaching