17 febrero 2016
El post de hoy tiene un matiz personal. Algunos de vosotros quizás sabéis que CoachingAgenda ha nacido en el entorno educativo. Soy profesora en un Instituto de Educación Secundaria desde hace más de diez años y ello me ha dado una visión global de lo que a mi parecer es una gran necesidad del sistema educativo actual: la enseñanza debe facilitar herramientas a nuestros alumnos para que puedan avanzar en su crecimiento personal y emocional.
Y algunos compañeros profesores me preguntan, ¿por qué tienes esta opinión? ¡Esto en realidad no es responsabilidad nuestra!. Y en parte tienen razón. El currículum establece lo que debemos enseñar en cada curso y por materia y eso es lo que principalmente hacemos todos. Pero la realidad es que hay sufrimiento de una gran parte del profesorado por la dificultad que tienen para crear un buen ambiente de clase que les permita trabajar adecuadamente, disfrutar más de su trabajo y avanzar más y mejor en sus enseñanzas. Si has entrado en una aula sabes perfectamente a lo que me refiero, es la realidad. La sociedad ha cambiado y nuestros alumnos también.
¿Cuántas personas pisan un aula por primera vez y se quedan impactados por el nivel de energía que se tiene que gastar para que haya un buen ambiente de trabajo? Dejando de lado la renovación de determinadas metodologías pedagógicas (ese es otro tema muy interesante) para mi una de las claves está en el COACHING EDUCATIVO. ¿Por qué? En este post voy a dar una respuesta desde mi propia visión personal, y en otro posterior la daré de una manera más técnica.
Bien, por un lado el coaching educativo es una técnica que nos facilitará herramientas concretas para tratar con los alumnos en su día a día para ayudarles a avanzar en su crecimiento personal y emocional. El impacto que ello tiene en nuestros alumnos es evidente pero aún hay dos más y muy importantes: los profesores ganamos en satisfacción personal (no nos engañemos, la satisfacción es necesaria para desempeñar al máximo un trabajo) y por otro afianzamos nuestro liderazgo al frente de la clase porque ganamos autoridad, de esa que nos dan los demás y que justamente es la buena. Claro, un alumno que percibe que le quieres ayudar.. ¿cómo no te devolverá su gratitud? Cada apartado merece un desglose específico y detallado pero a grandes rasgos esta sería la respuesta.
Los beneficios para la profesión y para el sistema educativo en general, a mi parecer son incalculables. Alumnos que se sienten queridos por el sistema educativo, profesores que se sienten valorados en el aula y que van a trabajar cada día con la satisfacción de que en cada clase, un comentario, una mirada, una actitud puede servir de inspiración para que sus alumnos mejoren. Y después está el retorno positivo de las familias… que valoran de una manera increíble que el sistema fomente el bienestar y crecimiento personal de sus hijos e hijas.
El currículum oficial para las etapas de educación primara y secundaria, ya contempla el desarrollo de la iniciativa y la autonomía personal. El sistema ya se ha dado cuenta de que esta competencia es fundamental para adquirir todas las demás (matemática, lingüística, aprender a aprender….). Pero para desarrollarla hay que facilitar herramientas concretas y útiles, y este marco lo puede proporcionar el coaching educativo.
Por poner un ejemplo, cuando pasas a mirar si los alumnos han realizado alguna tarea, bajo la visión del coaching educativo ya nos les regañas si no lo han hecho (nunca hablas en negativo y nunca juzgas a tus alumnos) sino que quizás les preguntes….¿qué necesitas para empezar a cambiar? Este es un ejemplo muy simple… pero es que ¡hay tantas situaciones en el trato diario con los alumnos en las cuales podemos poner en práctica la visión del coaching educativo! Y poco a poco tus alumnos te ven más allá de un profesor que enseña una materia, ven que no les juzgas, que te alegras de sus pequeños progresos, que te preocupas por su bienestar personal…y tu liderazgo se refuerza de manera natural y tus clases fluyen mejor con lo que los aprendizajes también avanzan mejor y son más significativos. Se crean unas sinergias muy positivas e interesantes.
Nuestros modelos de agenda escolar RINBOW (6-11 años) y BAMBOO (12-17 años), personalizables para centros educativos, incorporan la dimensión personal además del ámbito organizativo propio de una agenda. Pretenden ser una herramienta útil y práctica al servicio de escuelas e institutos para que el coaching educativo empiece a aportar sus beneficios en el entorno escolar. Si quieres recibir más información sólo necesitas contactarnos en info@coachingagenda.com.
Hasta aquí mi propia visión de conjunto, poco a poco iremos desglosando términos más específicios sobre el coaching educativo y su aplicación en el aula, y por qué no, por extensión al ámbito familar con nuestros hijos e hijas…..
Mireia Seró
Creadora de CoachingAgenda
2176
Etiquetas: coaching educativo